De paseo: el entorno de Llanes al que se puede acceder con base en el Hotel Miraolas es extraordinario, y apto para todos los gustos.
Desde dar un paseo desde el hotel al puerto que se encuentra en frente, para ver en primera persona la tradición marinera de la villa, y descubrir entre otras muchas cosas, la obra de Agustín Ibarrola «Los Cubos de la Memoria», que constituye una de las mejores manifestaciones de arte público donde se funden elementos esenciales de la obra del artista con el pasado histórico-cultural de la villa de Llanes.
Siguiendo esta ruta, se llega a la playa del Sablón, y se puede seguir recorriendo el Paseo de San Pedro de principio a fin, un fantástico paseo por un balcón al mar cantábrico, a la villa de Llanes y a la sierra del Cuera.
La sierra del Cuera se encuentra a 6km al sur de la villa, y esconde en su interior multitud de rutas de senderismo, en bicicleta, algunas aptas para todos los públicos y otras para los más atrevidos, debido a la dureza de la zona.
Si se prefiere seguir bordeando el mar cantábrico, es importante señalar que Llanes tiene más de 40 playas en menos de 30 kilómetros de costa: desde grandes arenales a pequeñas calas (incluyendo a Gulpiyuri, playa de agua salada desde la que no se ve el mar), aunque desde aquí, recomendamos Cobijeru, muy parecida y con un encanto que no tiene nada que desmerecer a la anterior.
Un poco de historia: la Villa de Llanes, monumental y marinera, cuenta con un gran número de lugares de interés. Destacan su casco antiguo declarado Conjunto Histórico-Artístico, en él se encuentran las murallas y el Torreón (S.XIII), la Basílica de Santa María del Concejo (S.XIII-XV), el palacio de Posada Herrera y el Palacio Duque de Estrada (S.XVII), el Palacio del Cercáu (S.XVI) y el Palacio de Gastañaga (S.XV-XVIII).
La historia oficial de la Villa de Llanes se remonta a comienzos del siglo XIII cuando obtiene el Fuero de Independencia bajo el reinado de Alfonso IX. Es entonces cuando comienza la construcción de las murallas, el Torreón, y la Basílica de Santa María.
Fue un puerto relevante en la actividad pesquera entre los siglos XV y XVIII gracias al comercio de la sal, y la riqueza de sus bancos y caladeros de pesca: ballena, sardina, merluza, congrio, caballa y besugo entre otras especies.
El Llanes indiano y sus casonas imponentes: el Oriente de Asturias fue una zona de fuerte emigración durante el siglo XIX y la primera mitad del XX. Los llaniscos tuvieron como destinos fundamentales Cuba, más tarde México y en menor medida Argentina. En épocas posteriores fueron a Venezuela y en los años 50 y 60 a Suiza y a Alemania. Se llama indianos a los triunfadores de la emigración americana que fueron generalmente grandes empresarios tabaqueros, textiles, y de ultramarinos y los más ricos banqueros. Muchos fracasaron y de ellos apenas queda memoria. Sin embargo los fuertes lazos familiares y sentimentales con México se han mantenido hasta la actualidad. Llanes es una parte de México y viceversa. La arquitectura indiana, parte ya de nuestra historia y memoria, nos dejó hermosos palacios y casonas, con identidad propia, que aquellos afortunados emigrantes levantaron en sus pueblos y que utilizaban en su mayoría como residencias de vacaciones. La casa del indiano domina en el medio rural por altura y diseño. Los indianos trajeron una arquitectura cosmopolita que se insertó de forma llamativa entre las casas tradicionales, para simbolizar el triunfo y el éxito. Además casi siempre sus verjas dejan ver al otro lado, jardines con ecos tropicales donde no faltan palmeras, magnolios, camelias y buganvillas. Solían encargar los elementos para la decoración y amueblamiento a París o a Barcelona, y trataron de equipar su lugar de añoranza con lo más moderno del momento. Estas casas eran el sueño de todo emigrante para regresar a la patria chica una vez cumplida su aventura vital. Se presentan en toda una gama de estilos y etapas variadas. Eclécticos, modernistas o de estilo montañés, todos los historicismos sirvieron para lograr unos edificios que evidenciaran distinción y empaque. Los indianos nunca olvidaron sus orígenes y sus pueblos y era frecuente su labor benefactora y filantrópica, Prácticamente todas las infraestructuras incluidas carreteras, cementerios, iglesias, casinos, boleras, hospitales y fundaciones de todo tipo se debieron al dinero americano.
Los Picos de Europa pertenecen a la red de Parques Nacionales, y es de un espacio protegido. Actualmente se trata del segundo parque nacional más visitado de la Península Ibérica.
Desde Llanes, podemos llegar a sus inmediaciones en poco más de media hora, visitar la Santa Cueva de Covadonga, subir un poco más y visitar los míticos lagos Enol y Ercina, o acercarnos al corazón de Picos de Europa por el pueblo de Sotres.
También tenemos la opción de contemplar los Picos desde los numerosos miradores de la zona, y llevarnos sorpresas como la siguiente:
Para finalizar, les presentamos un vídeo con 150 fotos de Llanes, ¡que lo disfruten!